Ante la petición de incluir algo latino en este blog, quisiera comentar sobre la política en Venezuela, mejor conocida como la "ley del quítate tu pa' ponerme yo".
Es una vergüenza que después de casi 10 años con Chávez no exista una oposición organizada y rotunda, sino mas bien lo que se tiene es un desfile de "franelas del mes" que pasan al olvido sin pena ni gloria, todos soñando con el clamor unámine de un pueblo redimido que corea su bravo y excelso par testicular (gentilicio que sólo existe en sus cerebritos ansiosos de La Silla!)
Si bien el charlatán que se hace llamar presidente de Venezuela ha hecho mucho daño, su acción devastadora pica y se extiende en los corazones de quienes quieren achacarle la totalidad de la culpa. Con lo cual me atrevo a extrapolar la siguiente afirmación: No creo en la milagrosa intervención redentora de un mesías opositor que, por razones tácticas, ha ocultado su identidad todos estos años. Quienes creyeron que el Conde del Guácharo era un mecanismo para dividir a la oposición realmente sobreestiman la capacidad gerencial de ésta. Y es que aún si hubiese un Chavez bizarro ¿Podría el/ella solo/sola sacar a Venezuela adelante?
Dejo de creer en esto y en muchas otras cosas:
No creo en el gobierno (nunca he creido, por qué he de hacerlo ahora. ¿cuál es la diferencia?)
Es una vergüenza que después de casi 10 años con Chávez no exista una oposición organizada y rotunda, sino mas bien lo que se tiene es un desfile de "franelas del mes" que pasan al olvido sin pena ni gloria, todos soñando con el clamor unámine de un pueblo redimido que corea su bravo y excelso par testicular (gentilicio que sólo existe en sus cerebritos ansiosos de La Silla!)
Si bien el charlatán que se hace llamar presidente de Venezuela ha hecho mucho daño, su acción devastadora pica y se extiende en los corazones de quienes quieren achacarle la totalidad de la culpa. Con lo cual me atrevo a extrapolar la siguiente afirmación: No creo en la milagrosa intervención redentora de un mesías opositor que, por razones tácticas, ha ocultado su identidad todos estos años. Quienes creyeron que el Conde del Guácharo era un mecanismo para dividir a la oposición realmente sobreestiman la capacidad gerencial de ésta. Y es que aún si hubiese un Chavez bizarro ¿Podría el/ella solo/sola sacar a Venezuela adelante?
Dejo de creer en esto y en muchas otras cosas:
No creo en el gobierno (nunca he creido, por qué he de hacerlo ahora. ¿cuál es la diferencia?)
No creo en la oposición (si éstos no pueden poner orden en la pea, cómo demonios piensan gerenciar un país [y más en las condiciones en las que se encuentra]). Además, vaya super opción que fue Rosales. Le quitó la medalla de oro a JOhn Kerry en el concurso de huevos sin sal. Votarías tu por éste en otras condiciones?
No creo en la prensa ni en la tv (porque sus fines económicos responden al darwinismo, y el pueblo nada tiene de depredador: ni siquiera come carne!)
No creo en las encuestas (porque hay que preguntarse quién está detrás de ellas)
No creo en Globovisión (su constante "mala publicidad" legitimiza la fachada democrática del gobierno. Piénsalo)
No creo en el CNE
Definitivamente no creo en la intervención internacional (dejen de ver tanto Hollywood)
No creo en la capacidad de este pueblo para superarse (embrutecido el pobre con un arremete de bozales de arepa y mala educación)
Y ya que estamos, no creo una palabra de la cátedra bolivariana, porque el figura que a Chávez tanto gusta citar, fue otro dictador que manipuló los ideales de la revolución francesa para quitarle el power a los españoles y coronárselo él y su panda de criollos ilustrados, llevándose por el medio a cuantos indígenas hiciera falta (los verdaderos venezolanos si a éstas hemos de llegar).
Por eso sólo creo en mi y en mi familia (por quienes pongo mi mano en el fuego). Allá del que pase su vida excusándose por los gobiernos que tenemos. Son una mierda en todos lados, pero uno hace la diferencia en la medida en que les presta atención o no.
Y para ilustrar este punto, les dejo con un cortometraje sobre el egoísmo. Véanlo hasta el final.
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