El barón Ashler critica: Indiana Jones - parte 1

Regreso con las críticas bipolares. Esta vez a tratar de entender el golpe bajo que fue Indy IV, un desastre de principio a fin.

Que conste que dije: "Realmente quería que me gustara". Por otro lado, tras el título horroroso, el poster chimbo y algunas decisiones de casting, todo el asunto me destilaba un tufillo a "Episode I". Llevé unas expectativas que considero normales: no esperaba que fuera mejor que las otras tres, pero dado el potencial y el currículum de los involucrados, deseaba que el producto final fuese "bueno". Primer problema: que la vaina es aburridísima.

La película se llama: Indiana Jones y el reino de la Calavera de plást... perdón, de cristal.

Comencemos por el propio Indiana Jones.

Aquí no vale que Indy está viejo. El Obi Wan de Alec Guiness no era precisamente un Ponce de León, y junto con Vader, era el mejor personaje de Star Wars. En otras palabras: que la culpa es del guión, que no supo qué hacer con el Prof. Jones. Para más colmo, y me duele escribir esto, Harrison está bastante rancio, y no supo reencarnar a Indy. En otros párrafos puntualizaré...

Sigamos por La calavera...

La calavera de plást... ejm, de cristal es el peor deux ex machina que he visto en mi vida: apúntala a los malos y listo. That's cheating. El arca perdida tenía un poder incontrolable, las piedras de Sankara no hacían gran cosa, y el Grial, bueno, nadie quería que muriera Henry Jones Sr. ¿verdad? Pero la calavera alien es como el R2d2 de la nueva trilogía: abre puertas, repele hormígas, espanta aborígenes, etc... Si al menos conseguirla hubiese sido difícil.

A puntualizar:

La historia es demasiado enrevesada para ser una aventura de Indiana, pero así como se enrrolla sin necesidad, el guión toma todo tipo de atajos para llevarnos de una secuencia de acción a la otra sin mayor propósito y (esto es grave) sentido de la aventura o el peligro. Los rusos son los villanos más color pastel de la serie: emboscan al sexagenario una y otra vez, y así mismo se les escapa. Al final llegamos a un popurrí de efectos de computadora, que son de todo menos especiales, y más bien exasperantes. ¿Qué pasó con filmar la vaina al estilo de las otras? La película termina con una nave espacial que no encaja del todo con el arqueólogo y se queda en eso: en caramelo visual para generación plastation [sic]. No le pido peras al olmo, se las pido a Spielberg (peor dirección de su vida); a Lucas (nuevo record de abuso de efectos CGI); a John Williams (refritando temas viejos, aportando NADA); y a todos los involucrados: cuestionable elección de guión. Como dijo el crítico James Berardinelli: "si esto es lo mejor que pudieron hacer en estos 20 años, hubiese sido más sabio dejar intactas las memorias del público".

Bien.


Ahora punto por punto. (esto va pa' largo, que Raiders es mi película favorita de todos los tiempos)

"Hound Dog" de Elvis. Vale. Sabemos que son los 50s, pero ¿No podían usar una canción menos trillada? No tengo nada en contra de Elvis, pero Hound Dog estaba ladilla ya en 1994 cuando salió en Forrest Gump. Eso fue hace como 15 años. ¿Y para qué? pues para un pique de carros fetiche de George American Graffiti Lucas, que como chiste interno está bien, pero a) delata que los soldados son malos; b) no aporta nada (ya sé que el número musical de Temple of Doom tampoco aporta NADA a la película, pero al menos era un capricho original para los creadores, y bueno, yo tenía 7 años). La última vez que vimos a Indy en el cine se fue cabalgando con su papá, Brody y Sallah hacia el atardecer. La mejor toma de la serie. Mira cómo regresó... con un carro que casi atropella a un topo (seguro que George Lucas pensó: "kids will love this!").

Sigamos,

Los ruskies llegan al Área 51, no sin antes restregarnos por la cara una banderota de U.S.A.! producto del infinito resentimiento/inseguridad post 11/S. No importa. Lo del área 51 es un buen toque, hay que reconocerlo. Sé que hay miles de quejas sobre los extraterrestres, pero a mí no me molestaron tanto. De eso más adelante. En fin, estamos en Roswell, ya te lo hueles... "Aquí está el arca, joder!" que tripeo! En eso sale el ruso malote escapado de la serie de Die Hard y Steven Spielberg nos hace una extraña pirueta con la cámara que descoloca porque no se adecúa al lenguaje preestablecido en las otras. Equis, la película está empezando y no nos vamos a poner a esperar la misma vaina exacta. Es más, me sacudo esas ideas de la cabeza: Sale Indy... su silueta... y yo más "joder, esta película va a ser arrechísima!" Y entonces Mr. Fedora dice "Russians!..." y yo casi grito "I Hate These Guys!"

Uff. Buen comienzo, aunque algo no termina de cuajar: me digo a mí mismo que tenía como 12 años cuando ví la última de Indiana y es normal que tarde en asimiliar todo..., pero aún así. En seguida lo capto: el lenguaje, la cámara... algo no está bien... Y es que las tomas son desde lejos, muy precisas (tecnológicamente) y además, como encima de la acción. La música, un bodrio. Johnny Williams es grandioso, pero ya debería jubilarse. Y yo que odiaba el tema de Last Crusade. La música original de Indy IV es nula. Bien, pues Indy empieza a echar una pólvora magnética, o whatever, y los rusos le increpan vainas que pasaron hace 10 años que lo hacen arrechar. Yo me emociono: "osea, que están a punto de contarnos qué pasó en todo este tiempo..." Nada de eso.

Lo que nos toca es un amigo traicionero de Indy, que duele ver cómo lo jode una y otra vez (o sea, que la vejez mal interpretada: hace los mismos stunts, pero no ha aprendido nada de la vida... como por ejemplo, la lección que le dio Donovan en Last Crusade de "no confiar en nadie"). Total que Indy les juega burro mocho a los rusos y comienzan la acción y los efectos por computadora, que no se hacen disimular. Fuerte, pero que MUY fuerte Decepción. Como me fastidia ver, no a un doble para el abuelete de Harrison, sino un muñequito de píxeles comienzo a preguntarme: Y la mala del rollo, la gran Cate Blanchett, que si tan psíquica es, ¿por qué no busca el grey por su cuenta? su personaje, Irina Spalko, es entretenida, pero olvidable. Y los secuaces son aburridos. Pero claro, el verdadero enemigo de Indiana Jones en esta entrega es el guionista, el director, el productor y el actor. Con ellos basta y sobra.

Vuelan astillas de píxeles (cuidado te sacan un ojo) y defectos de explosiones que se van a ver "dated" la semana que viene (por cierto, ajenos a la serie e injustificados), y al rato salen Indy y otro ruso disparados en un cohete de píxeles que los lleva a una escena sin pies ni cabeza cuyo único propósito, además de hacerme cabrear, es volver a decirnos que estamos en los años 50 y que es la guerra fría y que hay una carrera armamentista (que no pintará nada 5 minutos después). Como se imaginarán a dónde voy, voy al grano: La explosión nuclear, excusa para meter CGI para carajitos de la nueva generación, para meter unos putos topos hechos en computadora, supongo que para quejarse que ya no hacen las neveras "como las hacían antes" y peor: para enseñarnos que Indiana Jones es indestructible.

Se acuerdan que mencioné el ultraje que cometieron con nuestro héroe favorito. Aquí alcanza el cénit. La abominación continua cuando Indiana es llevado a otra base militar y sale vestido con una white t-shirt, como para mandar a la cárcel al responsable de vestuario (una mala decisión que casi opaca los pezones del batitraje) y nos enteramos que Harrison es el Coronel Jones, hecho que va fuera de tono con el personaje, pero como todo tiene que ser pro-U.S.A! pues es imperante que Indy sea también un héroe de guerra. ¿Alguno de ustedes se imagina a Indiana Jones soportando intrucciones de un drill sgt. estilo Full Metal Jacket? Que va, le hubiese metido par de coñazos al primer osado que hubiese intentado darle órdenes. Total que unos capitancitos lo regañan por haber trabajado con un agente de la KGB, le echan en cara ser una bruja comunista y lo destierran.

Vamos a ver: Nobody fucks with Indiana Jones and lives to tell the tale. Ok, El Mccarthismo fue injusto y da arrechera, pero: ¿a juro tienes que meterlo en la película? ¿No se supone que esto es aventura cotufera? Pues no, para poner esta aventura en marcha hubo que tener las santas bolas de botar al profesor Jones de la universidad de toda su vida, como si necesitáramos un recurso de guión formulaico para que le tuviéramos empatía al personaje. No me jodan

De regreso a la universidad nos enteramos que Marcus Brody y Henry Jones Sr. han muerto. Buen detalle de un guión con pocos aciertos. Coincido en que hubiese sido decepcionante ver a Sean Connery salir dos minutos y no unirse a la aventura. Conocemos a Jim Broadbent en el papel de "Marcus light" cuya única función consiste en poner cara alegre en la boda de Indiana al final (coño, me adelanté un pelo), señal de cue para que el público también se enternezca.... sólo faltaron los aplausos que comienzan despacito y poco a poco se van parando los extras... en fin, ustedes conocen el cliché. Que asco.

En la universidad pasan unas cosas 100% olvidables y de pronto vemos a Indy en una estación de tren a punto de salir para Alemania (De entre todos los países, nuestro héroe ha caído tan bajo que regresa a la cuna de los nazis, ouch). ¿Cuál es la idea? Despertar más empatía del público: coño, es Indiana Jones... que si fuera tridimensional lo abrazara como si fuera mi tío. No hace falta mostrarlo humillado... pero bueno, es lo que hay. Enseguida sale Marlon Br... ehm... Juniorcito a salvar a papá Indy del peo. Juniorcito expone la trama de la calavera de plástic... cristal y se caen a coñazos en un bar tras una ocurrencia MUY Indy (reminiscente de cómo se libra del nazi en el zeppelin en la III) y de allí a una persecución simpática. A disfrutarla, porque es de las pocas veces que Indy dice/hace algo digno de su personaje. El resto de la película corre a mid tempo, huyendo de cosas, encontrándose cosas... Buena secuencia de acción, con un Wilhelm Scream gafísimo, pero por eso mismo, genial. Con los roles revertidos, esta vez Indy es el viejo refunfuñón (tal y como lo supuse), aunque a costa de una broma pesada a un actor muerto. Eso sí, sorpresa: Shia no es el JarJar de esta película, (John Hurt lo es). El personaje de Mutt es divertido, ¿qué tal?

Dos chistecitos después estamos a bordo del clásico viaje de avión. Chévere. Indy se echa una siestita, tapándose con su fedora, hasta que aterrizan en Méxic... perdón, Cub..., perdón Perú. Me encanta como Steven Spielberg se caga en latinoamérica. Entre mariachis, gallinas y acentos habaneros, nuestros héroes son conducidos a un manicomio que hace las veces de biblioteca veneciana: ahí adentro hay una respuesta.... oh... muchas calaveras y gibberish... una trama imposible de seguir y por ende, la frustante sensación de no entender el peligro que acecha a los Jones. De la celda de Jar Jar, la película nos teletransporta (o el proyeccionista en Madrid se comió unos minutos) a un set de machu pichu versión minigolfito, en donde pasa esto:

Junior y Juniorcito se encuentran con unas cuevas...
Junior y Juniorcito entran en las cuevas y los persiguen unos pequeños hayawattas...
Junior se llena de telarañas y Juniorcito de píxeles en forma de escorpiones
Junior y Juniorcito se topan con la calavera de cristal que da nombre a la película
Junior y Juniorcito se hacen con la calavera de cristal
Junior y Juniorcito salen de la cueva con la calavera
Junior y Juniorcito son emboscados por los rusos, quienes les quitan la calavera.

Es una dinámica que se repite hasta el final: entrar en un sitio, verlo, agarrar lo que haga falta, salir de ahí... si algo malo aparece, apuntarle la calavera de mierd... de cristal. Me aburre sólo recordarlo.

Pero bueno, todavía quedaba mucho metraje y no había formulado ningún juicio de valor, algo que se consolidó en pocos minutos ante unas escenas tan dolorosas de ver. Algo sí les puedo decir, no soportaba oír "Jonesy" un segundo más... menos mal que apareció Marion Ravenwood para parapetear el asunto lo mejor que pudo.

Continuará...