Paradojas, Predestinación, Huevo-o-Gallina, Causalidad, Viajes en el Tiempo, Asesinatos... La película Los Cronocrímenes es un puzzle construido con mucho cuidado, que si bien carece de una vuelta de tuerca final que la dispare al Olimpo del Séptimo Arte, termina siendo una sólida propuesta de entretenimiento y creatividad: una idea muy sencilla -ejecutada con ínfimo presupuesto, eso sí- que da mucha tela que cortar durante la hora y media que nos tiene absortos siguiendo a un torpe tío que debe viajar atrás en el tiempo, una y otra vez, para ir solucionando los errores que comete en cada viaje. Es una espiral vertiginosa. Muy divertida. Sale uno feliz por no haber sido subestimada nuestra capacidad de entendimiento. El pana que se la ingenió es Nacho Vigalondo y es su primera película. Alisten sus cotufas (o palomitas, o popcorn) y estén atentos al chaval.
p.d. Si van a la página web, no vean el trailer, que muestra mucho y además fuera de contexto. Créanme, disfrutarán mejor la película mientras menos sepan.
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