A propósito de Obi Wan

Bueno, heme aquí con intenciones de sacudirle el polvo al teclado y plasmar mis hablapajaderías habituales. Hoy me ha dado por compartir mi opinión sobre el nuevo proyecto de George Lucas, que se llama Las Guerras Clon y es un refrito de una comiquita que tuvo sus bajos y algunos altos que tampoco ameritaban ser revisitados. No voy a atacar de frente a Lucas porque no fusilo a blancos fáciles en este blog. Además, la peliculilla en sí (que no he visto, ni veré) no inspira ni insultos, así que dejo esta pomposa introducción y paso al tema del título.

Obi Wan Kenobi.

George Lucas es un genio sin criterio. Lo explico rapidito: de lo primero (osea, de "genio") la trilogía original; y de lo segundo, la nueva trilogía, igual de colorida y llena de maravillas, pero sin alma ni cohesión, en gran parte porque cuando hizo las originales era un pela'o en el que casi nadie creía y ahora es un semidios por el que 80 pasantes se coñazean para servirle café en el Skywalker Ranch. En otras palabras: que nadie se atreve a decirle que JarJar Binks es una atrocidad del infierno.

Con el paso de los años, George Lucas ha sabido volverse intocable (eso se lo aplaudo, claro que sí). Ya no depende tanto de los estudios todopoderosos de Hollywood. Él es el jefe. Lo malo es que entonces tal aislamiento lo deshumaniza: lo mismo le ha pasado a Steven Spielberg, Francis Ford C., y un poco quizás a Brian de Palma. Ya no les hace falta ser tan creativos. Comienzan a creerse sus propios cuentos.

Y las películas sufren, claro.

Volviendo al caso Lucas, que ha embarrado las sagas de mi infancia, creo que su error principal en esta nueva trilogía de Star Wars es haber puesto a Anakin/Vader en un pedestal muy por encima de los otros personajes. Lucas dice que es la figura central de la saga de Star Wars, y no le falta sentido (de hecho, el arco de los Skywalker describe una parábola perfecta) pero Mr. George parece no asimilar que mientras más tiempo le dedique a Anakin Skywalker en pantalla, nosotros, el público, más querremos a Obi Wan, a.k.a. el verdadero héroe del asunto.

Obi Wan trató de redimir a Vader, su antiguo pupilo. A pesar de lo comemierda que fue Anakin, "Ben" intentó hacerlo entrar en razón, darle una segunda oportunidad. Como vio que no pudo, dejó el camino pavimentado para que Skywalkercito salvara a su papá, aunque eso significara despedirse de la galaxia con una eléctrica sensación de lightsaber en el cuerpo.

Coño, eso en mi libro es ser un master.

Así que desde que Obi Wan "se dejó joder" por Vader en la Estrella de la Muerte, allá por el '77, todos dijimos: "he aquí un tío arrecho", sentimiento más que confirmado en el triple festival de CGI que son las precuelas. Obi Wan Kenobi "va a su bola". Es un renegado. Un punk, si se me permite. Es él quien frena al diablito de Darth Maul, es él quien descubre la conspiración separatista, la fábrica de clones y quien trata de ponerle un parado a Qui Gonn para que dejen al gungan en Naboo. Lo mejor, todos los chivos buscan su opinión, desde el Jedi verde chiquitico hasta la madre que parió a Luke y Leia. Coño, Bail Organa le confía los planos de la Estrella de la Muerte, y ya saben cómo termina A New Hope. Puede que Obi Wan se pase los episodios 5 y 6 reaparecido como Sayona Intergaláctica, pero cuando le sopla mariqueras en el oído a Luke, llena de autoestima al muchacho llorón y hace que meta sendos torpedos por el ducto lerdo de la Death Star. Con esto quiero decir que Obi Wan es tan arrecho que ni muerto pueden con él.

Tal vez sea el tatarabuelo de Chuck Norris.

Conclusión: Mi lado geek desearía ver más aventuras de este personaje, pero tras el outcome más reciente, no puedo sino alegrarme porque hayan dejado a Obi Wan en paz. Cuando se acabó Star Wars allá en el 83, Lucas le sacó el jugo con (no una, sino) dos películas de Ewoks. Ahora lo está haciendo con Anakin en estas guerras clon. Así que si ha de seguir diluyendo la calidad de la Guerra de las Galaxias, que al menos el protagonista de semejantes horrores sea otro, y no el siempre fiable Obi Wan. Parece mentira, pero después de 3 precuelas, Lucas no nos mostró de dónde venía "Ben", ni cómo era de chiquito, ni cuántos midiclorians tenía su perro. No sé si fue por descuido o por acierto, pero nos dejó intacto al Jedi más "cartelúo" de todos.

Sorry, Yoda.