Mini Reseñas de Cine: FEBRERO 2009

Aquí voy de nuevo con algo de retraso en este segundo experimento sobre las películas que -mes a mes- van marcando el año. Comenzamos pues:

Febrero 2009: 15 películas

GOODBYE, AMERICA. Resulta que el actor Al Lewis, mejor conocido como el abuelo Munster, fue un gran activista político y social. Unos cineastas españoles se fijaron en esta faceta y lo filmaron unos meses antes de morir en el 2006, capturando una personalidad alucinante. Con 92 años a cuestas, nos cuenta sobre su amigo Paul Robeson, sobre la guerra en Vietnam, sobre la caza de brujas comunista. Pero en vez de narrar lo que ya conocemos, reflexiona sobre las oportunidades que como ciudadano ha tenido para obrar el bien y educar a su familia. He aquí un hombre con un par bien puesto que durmió tranquilo toda su vida. Ni en el umbral de la senilidad se muestra débil de carácter, puntualizando -además- cada declaración con un sentido del humor que ya quisiéramos todos tener. Es una película sencilla y directa, pero difícil de olvidar. Muy recomendable.

YOU DON'T MESS WITH THE ZOHAN. Vaya. Adam Sandler, tan genial en SNL, ha hecho una carrera en cine de lo más bochornosa, tocando un profundo fondo con la bazofia de Reign Over Me (que me arruinó para siempre la canción de The Who). Bastó entrar en contacto con el rey Midas de la comedia lerda actual, osea Judd Apatow, para volver a hacernos reír. Hacia el último acto cae en convencionalismos típicos que le quitan un poco de magia, pero en general es bastante amena, y tiene a John Turturro haciendo de terrorista palestino, cosa que hay que ver...

AGUIRRE, DER ZORN GOTTES. Plop! He aquí "La Película" de lo que va de año: Aguirre, La Cólera de Dios de Werner Herzog es -a la vez- un regalo para la vista, una pesadilla para la razón y un puño en el abdomen. No creo hacerle justicia en estas líneas, pero la voy a recomendar por encima de las demás de este post: deben ir a verla (por primera vez o de nuevo). Digamos que en el proceso de mostrarnos las trampas de la ambición, mientras unos conquistadores españoles buscan El Dorado, Werner Herzog (director) y Klaus Kinski (actor) nos dan una lección magistral sobre el poder de sugestión que puede generar el cine. A mí me dieron una clase demoledora "rompeparadigmas". Siento que he visto uno de los mejores films del mundo. Ah, y los monos capuchinos inundarán sus pesadillas.

SERPICO. Volví a ver esta maravilla de Sidney Lumet y ahora me gusta más. Antes la recordaba como muy lenta, pero creo que andaba mal de la cabeza. ¿No se supone que esto es un paredón para farsantes? Pues bien, esta película no tiene nada criticable. "Paco" rocks.

MAD MAX. Se me ocurrió bajar la trilogía de Mad Max porque no la veía desde que era un pequeñajo. Vamos por partes y he aquí la primera. Mad Max está ok, pero deja la impresión de que lo mejor estaría por venir un rato más allá de la escena final. Esto se debe al bajo presupuesto (uno de los carros que destrozan pertenecía al director, que tras quedarse sin presupuesto, lo cedió en pro del rodaje) y a una secuela que la supera en todo nivel. Aún así, es bastante interesante ver dónde comienza el viaje de este "héroe" de los 80s, en una Australia Apocalíptica que deja entrever las rendijas de su desmoronamiento. Aguanta bien el paso de los años, con todo y lo ochentero.

¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? Una pareja de turistas ingleses, ella embarazada, llegan a una isla española y descubren que no hay adultos. Lo que sucede en el resto del film es digno de otra época, de un cine hecho con un par bien puesto que responde a las exigencias de la premisa, no de modas ni taquillas. Si bien los protagonistas son algo quedados y tardan en asimilar lo que nosotros como espectadores anticipamos, el film depara alguna que otra sorpresilla y aunque no da miedo, coño, perturba. Se agradece la dirección de Narciso Ibáñez Serrador, una especie de Darío Argento español.

SLUMDOG MILLIONAIRE. Ok, he de reconocerlo: me gustó. Con esto pongo una pausa en mi campaña anti-Boyle porque el director británico, no solo se la comió, sino que pude conocerle en persona y me pareció un tipo con sendos pies en la tierra. Geo lo reseñó muy bien en su blog. Lo que me gustó de la película no es la historia (nada nuevo bajo el sol) sino el modo en que está contada. Slumdog es como un Dickens en éxtasis. Es chévere. Véanla.

THE ROAD WARRIOR. Con este nombre vendieron Mad Max 2 al mundo entero ya que la primera había pasado bajo el radar. This is the shit. Olvídense de las persecuciones de Bullit o The French Connection, Mad Max 2 tiene La Mejor Persecución Jamás Filmada... y dudo que puedan superarla. El último tercio de película es el mejor alegato en pro del cine de acción. Sencillamente espectacular.

SHAUN OF THE DEAD. Lo único que recuerdo con especial asombro es la escena en la que los protagonistas se defienden de un zombie tirándole discos de vinil... después de discutir cuáles vale la pena usar y cuáles conservar. La película tiene otros momentos inspirados, y los protagonistas son muy simpáticos, pero sus altibajos son muy pronunciados y no me cuadraron mucho los momentos dramáticos. Postdata: Me gustaría que alguien me sepa explicar por qué en España se llama "Zombie's Party".

THE YEAR OF LIVING DANGEROUSLY. Este mes colleccionamos algunos DVD que regaló el periódico El Mundo como parte de un ciclo sobre el oficio del periodista. Esta película está muy bien contada, acumulando tensión escena tras escena. No recuerdo mayores detalles, pero está Ok.

RKO 281. Otra de la colección de El Mundo. RKO 281 es un telefilm que dramatiza lo que ya sabíamos quienes vimos el excelente documental The Battle over Citizen Kane, es decir, el pique entre William R. Hearst y Orson Welles, así como los premonitorios paralelismos que se proyectan desde el primero al segundo. No es ninguna octava maravilla, pero estamos también ante una de las pocas obras que rompe la "regla" de que toda película que lleve números en el título es mala (nota: no se toman en cuenta los "2", "3"... que se agreguen a las secuelas).

EL PRODUCTOR. Este es un documental sobre Elías Querejeta, un archiconocido y respetado productor de cine en España. Si bien es admirable su filmografía, viendo este trabajo descubrí la zancadilla que le lanzó a Victor Erice durante la filmación de El Sur: decidió dar por terminado el rodaje cuando iban por la mitad, quedando truncada la visión del director (y su carrera...) Es delicado. Querejeta es un hombre con muchas conecciones en el medio y nadie se atreve a levantarle la voz. Por ejemplo, Geo lanzó una punta sobre el tema en la rueda de prensa de Los Abrazos Rotos y el mismo Almodóvar se lo pensó dos veces antes de responder. Pueden verlo aquí.

SATURDAY NIGHT FEVER. No entendí nada de este desastre contenido en dos largas y aburridas horas. Todos conocemos las canciones de los Bee Gees, asociamos el dancefloor de luces y sabemos el paso ese de Travolta con la mano que apunta de la cintura al cielo y de vuelta (aunque no lo vamos a reconocer, claro). Pero esta mamarrachada también incluye a un personaje sacerdote que desaparece a mitad de película como si el guionista se hubiese olvidado de él, una protagonista que tiene de simpática lo que de química tiene con Travolta (osea, un coño), una xenofobia exagerada contra los latinos y por encima de todo, una violación "que es culpa de la mujer". Para completar el cabreo, Tony Manero decide hacerse adulto porque sí en la escena final, cuando lleva todo el santo metraje soñando con ganar el concurso de baile (que por cierto es la cosa más sosa que puedan imaginar). En conclusión, una absoluta e irremediable bazofia.

TAXI DRIVER. Meh. He aquí un clásico que no comprendo. Taxi Driver tiene unas actuaciones memorables, un guión redondo, una musicalización acertada, y una dirección precisa. Y no me conmueve. Sé que no es una cagada de película pero me veo incapaz de disfrutarla. No me dice nada, si acaso, que Travis Bickle es el abuelo de Rorschach.

A MATTER OF LOAF AND DEATH. Ok, no es una película sino un corto de Wallace and Gromit, pero admiro el trabajo de Nick Park y creo que merece entrar en esta lista. Además, lo vimos después del maratón de los Oscars (bravo por esa nueva modalidad de entregar los premios a los actores), que nos quitó unas buenas horas dominicales que pudimos haber invertido viendo más películas. Este corto del tarado inventor Wallace y su observador perro Gromit carece de la chispa que dio brillo a las anteriores aventuras. Se siente como en piloto automático, respondiendo más a nuestras expectativas que a la inventiva que nos hizo fans en primer lugar. Aún así, sería muy duro decir que no es buena. Y es que, en el caso de esta gente de Aardman, siempre hacen cosas que merecen ser vistas.